La profesión de perito valuador ha evolucionado significativamente en las últimas décadas, ampliando sus horizontes para abarcar una diversidad de campos que van más allá de los bienes inmuebles y los activos tangibles tradicionales. En este contexto, el valuador se posiciona como un especialista clave en la economía moderna, capaz de analizar y determinar el valor de una amplia gama de bienes y derechos.
La diversidad de activos y sectores económicos ha dado lugar a una amplia gama de campos de especialización en la valuación, entre los que destacan:
1. Bienes inmuebles
Este es el campo más conocido y tradicional de la valuación. Incluye la determinación del valor de terrenos, edificios residenciales, comerciales e industriales, así como derechos relacionados con la propiedad, como servidumbres y usufructos. Este tipo de valoración es clave en procesos de compra-venta, garantías hipotecarias y proyectos de inversión inmobiliaria.
2. Bienes agrícolas
Este campo se enfoca en la valoración de terrenos dedicados a actividades agropecuarias, cultivos, bosques y otros recursos naturales relacionados. Incluye el análisis de factores como la calidad del suelo, el acceso al agua y las condiciones climáticas, esenciales para determinar el potencial productivo y el valor económico de estas propiedades.
3. Bienes muebles, maquinarias y equipos
Comprende la valuación de maquinaria industrial, equipo tecnológico, vehículos y mobiliario. Este tipo de activos son fundamentales para empresas en sectores como manufactura, construcción y transporte. La valuación precisa de estos bienes es crucial para procesos de aseguramiento, financiamiento y liquidaciones.
4. Intangibles
La valuación de activos intangibles, como marcas, patentes, software y goodwill, ha cobrado relevancia con el auge de la economía del conocimiento. Estos activos, aunque no tangibles, representan un valor estratégico significativo para las empresas, especialmente en industrias tecnológicas y creativas.
5. Empresas
Este campo se centra en la valuación de negocios en marcha, considerando tanto sus activos tangibles como intangibles. La valoración empresarial es esencial en procesos de fusiones, adquisiciones, disoluciones y reestructuraciones. Incluye el análisis de la rentabilidad, el flujo de caja y las perspectivas de mercado.
El amplio espectro de campos de la valuación exige que el perito valuador desarrolle una combinación de habilidades técnicas, financieras y de investigación:
Conocimiento sectorial: Entender las particularidades del sector específico donde se realiza la valuación.
Competencia técnica: Manejo de métodos y herramientas específicas para cada tipo de activo.
Análisis crítico: Capacidad para evaluar riesgos, tendencias y variables económicas.
Actualización constante: Mantenerse al día con regulaciones, normativas y tecnologías aplicables.
En un entorno económico y legal cada vez más complejo, la especialización se convierte en una ventaja competitiva para los valuadores. Al enfocarse en un campo específico, el profesional puede ofrecer valoraciones más precisas y adaptadas a las necesidades particulares de sus clientes.
Es así que, el rol del valuador como especialista es fundamental para garantizar que los diversos tipos de activos sean evaluados con precisión y rigor. La AEPA fomenta la especialización de sus miembros a través de programas de capacitación y el intercambio de conocimientos, contribuyendo así al fortalecimiento de la profesión en el Ecuador. En un mundo donde la diversidad de bienes y derechos demanda mayor expertise, los valuadores especializados son un recurso indispensable para el desarrollo sostenible y la seguridad económica.